Los materiales de embalaje biodegradables suelen estar compuestos por biopolímeros (compuestos orgánicos) que se encuentran en los organismos vivos, como la celulosa y las proteínas. Estas proteínas ayudan a que el material se descomponga más fácilmente y tenga menos impacto en el entorno circundante. Los biopolímeros se han utilizado para producir una gran cantidad de materiales de embalaje biodegradables y reciclables, como las bolsas de papel kraft reutilizables que cumplen con las clasificaciones de seguridad alimentaria que se han comercializado masivamente.
Las opciones de envases biodegradables aún son limitadas, pero la mayoría de los materiales disponibles no son tóxicos ni alergénicos. Esta es una consideración importante para los consumidores que se preocupan por los productos que compran y los ingredientes en su empaque. Si alguno de estos es dañino, puede dañar el negocio.
Debido a que los materiales de empaque biodegradables están hechos de materiales reciclados en lugar de productos químicos y plásticos, son mejores para el medio ambiente. Debido a que el embalaje es respetuoso con el medio ambiente, reduce el desperdicio de material y el consumo de recursos. Ambos esfuerzos ayudan a minimizar la huella de carbono humana mientras cumplen con altos estándares de cumplimiento ambiental.
Los materiales de embalaje y envío tradicionales a menudo contienen materiales plásticos nocivos y suelen ser a base de petróleo, lo que contribuye a las preocupaciones ambientales. El uso de recursos petroquímicos insostenibles o sustancias plásticas hechas a partir del petróleo requiere una cantidad significativa de energía y recursos para su creación. Estos productos suelen encontrarse en vertederos, carreteras, parques e incluso vías fluviales. El uso de envases ecológicos permite a las empresas reducir la cantidad de plástico utilizado, lo que ayuda a reducir el problema de la basura.
Cualquiera que sea el tipo de embalaje y materiales de envío que una empresa decida utilizar, deben ser reciclables o biodegradables. El embalaje ecológico simplifica la eliminación de los materiales de envío debido a la composición biodegradable. La combinación no requiere muchos recursos para romper el embalaje después de su uso previsto. Los consumidores que prefieren convertir sus desechos en abono pueden usar fácilmente el empaque biodegradable y los materiales de envío junto con otros materiales amigables con el abono. Este proceso también puede tener un impacto positivo en el entorno circundante.
Ya que seguimos hablando de ello, esto parece obvio. Sin embargo, uno de los principales beneficios de los envases biodegradables es su sostenibilidad. La mayoría de los materiales utilizados se pueden clasificar bajo las tres R de la sostenibilidad: reducir, reutilizar, reciclar. Y los materiales de empaque más fuertes y seguros ayudan a alentar a las empresas y las personas a reutilizar cada artículo. El enfoque del reciclaje, por supuesto, es producir productos que consisten principalmente en materiales previamente reciclados. Esto luego puede ser reciclado por la empresa o por el consumidor que recibe el producto empaquetado.
Los envases biodegradables tienen el potencial de reducir el uso de agua, los desechos sólidos, la electricidad y las emisiones. Por supuesto, esto es bueno para el medio ambiente, pero también reduce los costos asociados con el proceso de empaque. Con el tiempo, los ahorros acumulados demuestran que vale la pena el costo de la conversión.
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